Tiempo de cocción de las alubias blancas: cazuela y olla exprés

Las alubias blancas necesitan entre 1h30 y 2h en cazuela tradicional, o 25 a 40 minutos en olla exprés tras un remojo previo de 8 horas. Este tiempo varía según la dureza del agua y el tipo de alubia, pero con paciencia y el método correcto, lograrás unas legumbres tiernas y sabrosas que merecen la espera.

Cuánto tardan en cocerse las alubias blancas

El tiempo de cocción de las alubias blancas depende del utensilio que elijas y de algunos factores externos que conviene conocer antes de empezar.

En cazuela tradicional

Después del remojo y aclarado, coloca las alubias en una cazuela amplia y cúbrelas con agua fría, unos dos dedos por encima. Arranca con fuego fuerte hasta que rompa a hervir. En ese momento, retira la espuma que se forma en la superficie y baja la intensidad a fuego medio-bajo.

Desde ahí, cuenta entre 1h30 y 2h de cocción tranquila. Si vives en una zona de agua dura, añade unos 30 minutos más. El secreto está en no tener prisa: las alubias necesitan tiempo para ablandarse sin perder su forma.

En olla exprés

La olla rápida reduce drásticamente los tiempos sin renunciar a la textura cremosa. Una vez remojadas y escurridas, introdúcelas en la olla con una proporción de 3 partes de agua por cada parte de alubias.

Cierra bien la olla y, desde que empieza a salir vapor, programa entre 25 y 40 minutos. Las más tiernas estarán listas en 25 minutos, mientras que las variedades más resistentes pueden necesitar el tiempo completo.

El remojo: paso previo imprescindible

No hay atajos aquí. Las alubias blancas exigen un remojo mínimo de 8 horas y máximo de 12. Este paso no solo acelera la cocción, también mejora su digestibilidad y textura final.

Lo más práctico es ponerlas en un recipiente amplio con agua fría antes de acostarte. Usa el triple de agua que de alubias, porque van a crecer de forma considerable durante la noche. Al día siguiente, escúrrelas y enjuágalas con agua fresca antes de llevarlas a la olla.

Si superas las 12 horas de remojo, corres el riesgo de que pierdan propiedades. Y si un imprevisto te impide cocinarlas ese día, puedes congelarlas ya remojadas para usarlas cuando quieras.

Trucos para que queden perfectas

La técnica de asustar las alubias

Asustar es un término de cocina tradicional que consiste en añadir agua fría a la cazuela mientras hierven las alubias. Parece contradictorio, pero funciona: al bajar bruscamente la temperatura, evitas que el almidón se cristalice y que las pieles se rompan.

El momento de asustarlas es cuando están en plena ebullición. Agrega un vaso de agua fría, lo justo para que la temperatura descienda sin detener del todo el hervor. Verás que las burbujas se calman, pero siguen apareciendo.

Tradicionalmente se asustan entre 2 y 3 veces durante la cocción. Si tus alubias son frescas, con una o dos veces basta. Si son de la temporada anterior y más duras, hazlo tres veces para garantizar que queden bien tiernas.

Otros consejos clave

La sal siempre al final. Añadirla desde el principio endurece la piel y alarga innecesariamente el tiempo de cocción. Espera a que estén casi listas para salarlas a tu gusto.

Retira la espuma que se forma en el primer hervor. Es completamente normal y quitarla mejora el aspecto final del guiso.

Si en algún momento ves que se queda sin agua, añádela siempre fría en el caso de las alubias. Es la excepción a la regla general de las legumbres, donde normalmente se añade agua caliente.

Mantén un fuego lento y constante una vez que has bajado la intensidad inicial. Las prisas aquí no sirven de nada.

Factores que afectan el tiempo de cocción

No todas las alubias blancas se comportan igual. El tipo de agua de tu zona influye directamente: el agua dura, rica en minerales, puede alargar la cocción hasta media hora más. Si este es tu caso, ten paciencia o usa agua embotellada.

La frescura de la legumbre también cuenta. Las alubias de la última cosecha se cuecen más rápido que las que llevan meses almacenadas. Compra siempre en tiendas con buena rotación de producto.

Algunas variedades específicas, como las alubias riñón o las manteca, tienen tiempos ligeramente diferentes. Observa la textura a partir de la hora y media y prueba una para ajustar.

Por último, si vives en zonas de alta altitud, el agua hierve a menor temperatura y las alubias tardan más en ablandarse. Añade unos minutos extra si es tu caso.

Las alubias blancas no son una receta de última hora, pero tampoco requieren vigilancia constante. Con un buen remojo nocturno, agua fría de inicio y paciencia en el fuego, tendrás unas legumbres perfectas que justifican cada minuto de cocción. Prueba, ajusta los tiempos a tu cocina y pronto dominarás el punto exacto que te gusta.

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